“Nos avergonzamos de los gritones”

Miguel Ángel Sánchez de Armas


No hay día en que el correo no traiga nuevas reflexiones de mis lectores acerca del impasse electoral. Fox, Calderón y López tienen polarizado al país. Para continuara con mi autoimpuesta tarea de dar voz a quienes no tienen acceso a los medios, de entre muchas docenas de esta semana elijo la de una mujer inteligente a quien conozco desde hace más de 20 años.

“Debo comentarte que cuando leí la reproducción del texto de Denisse Dresser me surgieron varias reflexiones que no compartí contigo por falta de tiempo.

“La más importante tiene que ver con la idea inicial y que me parece que Denisse es víctima de sus propios conceptos. Es cierto, somos el país de la medianía, de la conformidad y de los estándares bajos. Pero Denisse pasa a formar parte de esas fila, como ha sucedido con muchísima gente seria, inteligente y respetable, porque prefieren “conservar las instituciones”. Si no, ¿con qué nos quedamos? argumentan. Es preferible admitir una elección con una cantidad grosera de irregularidades antes que enfrentar a un “tosco” líder político que no tiene empacho en acampar en pleno Zócalo. Simplemente les parece poco elegante y por supuesto incorrectísimamente político.

“Las buenas conciencias prefieren la elegancia de la cena que se celebra el 15 de septiembre que la verbena popular que es para los “nacos”. Es un poco así: nos avergonzamos de los gritones.

“Yo me he preguntado ¿por qué el enardecimiento actual? Y me respondo que tiene que ver con lo que sucedió hace seis años. En el año 2000 una gran cantidad de ciudadanos tomó la decisión de hacer valer su voto. Cuando se declaró el triunfo de Vicente Fox, muchos ciudadanos, más de los que votaron por este candidato, vieron que tenían la capacidad de remover del poder al partido que no les conviniera, el que no respondiera a los reclamos del país. Tuvimos en nuestras manos un instrumento al que por fin le vimos utilidad. Debo decirte que yo no voté por Vicente Fox, pero también me sentí parte de esa ciudadanía.

“Después de lo que he considerado “un mal necesario”, que fue este sexenio lleno de pifias y de ignorancia, yo como muchos otros quizá esperábamos el momento de la elección para hacer valer nuevamente ese poder que habíamos adquirido hace seis años. Tuvimos la esperanza de que al acudir a las urnas le podríamos decir al gobierno que no era lo que esperábamos, pero como ciudadanos estábamos eligiendo otra opción. Quisimos hacer valer nuestro poder ciudadano y no nos dejaron. Pusieron diques, pero qué digo diques, verdaderas murallas para convocar la parte más primitiva de los votantes. Tengo amigos con formación universitaria que aseguraban que si AMLO llegaba al poder les iban a quitar sus casas. Si no fuera tan dramático daría risa. Impidieron a la ciudadanía pensar. Apostaron a todo, y en ese todo ocupa un lugar importantísimo la probada eficacia de la mercadotecnia, para evitar que la gente eligiera libremente. Pero como no estaban seguros de haber tenido éxito en la campaña de miedo todavía plagaron de irregularidades la jornada electoral antes, durante y después, para que al final nos conformemos con una elección chapeada de legalidad. Para que no aspiremos a hacer valer la ley. Denisse también se conforma con eso. No importa si AMLO ganó, es preferible no saberlo nunca si se trata de un candidato que se atreve a convocar a la protesta en lugar de admitir elegantemente el fraude.

“Me lastima que esos argumentos provengan de una mujer. Me hace pensar en la cantidad impresionante de mujeres que enteradas de la infidelidad de los esposos no se atreven a mencionarlo porque verbalizarlo las orillaría a tomar una decisión distinta a la de callar o colocarse en una situación aún más humillante. Así que saben, pero callan. Yo te debo decir que al menos admiro que AMLO sea de los que no se conforman. Sé que no es una cuestión de fe. Los datos me permiten pensar que ganó. También he oído el argumento de que el PRD tuvo la culpa por no tener representantes en todas las casillas. Es decir, sólo se puede reclamar un derecho si estás ahí para cuidarlo. No simplemente recibirlo.

“Creo que Denisse Dresser decidió, al igual que muchos otros, conformarse.”


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