¿Para qué sirve la risa?

Miguel Ángel Sánchez de Armas



La conseja de que la risa es buena para la salud es en realidad una verdad científica. Reír, dicen expertos de varias universidades, “ayuda al mejor funcionamiento de los vasos sanguíneos al estar asociado con la dilatación del tejido interno (endotelio) permitiendo un mejor flujo de sangre”. Traducción: la risa facilita la circulación.

Pero cómo se origina la risa es algo más complejo que involucra la función de las neuronas y situaciones emocionales con el control físico de los músculos pectorales. Parece que es el hipotálamo -que está abajo del tálamo y encima de la hipófisis- la zona cerebral que controla la risa junto con otras funciones como la sed, el hambre y la temperatura del cuerpo. Traducción: es algo endiabladamente enmarañado.

La sorpresa es que recientes estudios neurofisiológicos y de la conducta han mostrado que la risa puede ser algo más que una respuesta espontánea a un estímulo de humor. “Hace alrededor de dos millones de años nuestros ancestros desarrollaron la capacidad de controlar a voluntad el sistema motor facial. Ello dio como resultado que la risa fuera una opción gestual asociada con distintos estímulos, incluido el de pausas y entonaciones estratégicas en una conversación”. Traducción: descendemos de los monos.

Para demostrar empíricamente que la risa no sólo es sana sino que además es una manera de entender las sutilezas de la conducta humana, voy a narrar dos cuentecillos de autor desconocido, cuyas moralejas son, o debieran ser, evidentes.

El primero refiere la desolación de un ranchero que coleccionaba caballos y a quien sólo le faltaba cierta raza. Cuando por fin obtuvo el anhelado ejemplar, a precio altísimo, quiso natura que un feroz virus atacara al cuaco. El mejor veterinario de la comarca llegó presuroso, sólo para dictaminar que el infeliz equino debía ser sacrificado para no contagiar al resto de la cuadra. Pero he aquí que el cerdo, que había cobrado simpatía por aquel compañero, se propuso salvarlo y le administró un brebaje secreto. ¡Milagro! En unas horas el percherón se recuperó y salió corriendo al campo, ligero como el viento. Loco de contento al ver el prodigio, el ranchero exclamó: “¡Vamos a celebrar con una fiesta y una gran comilona. Maten al puerco!”
La siguiente hablilla es más bien una fábula. Involucra a un genio y a una joven, ambos chicanos.

Caminaba la agraciada miss por un espléndido parque cercano a la zona de los shopping malls cuando entre los geranios vio brillar algo y levantó un extraño envase, mismo que procedió a limpiar. Y cuál no sería su sorpresa cuando de la labrada vasija apareció un genio que le dio las gracias por haberlo liberado y le ofreció un deseo.

—But, mi prima told me que los genios conceden tres weeshes.
—Sorry essa! Los genios de tres weeshes son from un cuento. Uno, no más. So… ¿qué quiere?

La chica cierra los ojos, mueve su cabecita y responde:
—I want la paz in the Middle East. See este mapa? I want this países to stop fighting entre ellos, que los Arabs love the judíos and los gringos. Y que el mundo have peace.
El genio ve el mapa y exclama:
—Órale, be reasonable! This países have been al war por miles de years, and I’m out of forma por que he estado in the bottle por un rato. Soy good, pero not that bueno. I think que no puede be done. Please ask for otro weesh.

La chava piensa un minuto y responde:
—Well, yo never find a bueno man. I want a mexicano boyfriend you know, uno que doesn’t drink cerveza, que sea fun, que le like la cumbia and helps to clean la casa. Yo quiero that him be greaat in cama, and gets bien con mi familia, que has to be fiel y doesn’t throw fregadazos at me. That’s I weesh for, a good Mexicano man!

El genio, tras un largo suspiro, se rasca la cabeza y responde:
—¡Carajo! OK. Let me see ese mapa again!